
En Estambul, la historia no solo se lee en las piedras antiguas o en los minaretes que dibujan el perfil urbano: también se huele, se saborea y se escucha. Basta con caminar por sus mercados para sentir cómo esta ciudad, cruce de caminos durante siglos, sigue latiendo en sus aromas, colores y conversaciones.
No se trata solo de comprar. En Estambul, recorrer un mercado es sumergirse en un universo donde el pasado y el presente conviven sin esfuerzo. Entre puestos de especias, alfombras, cerámicas, delicias locales y objetos que cuentan historias, cada rincón revela algo más de esta ciudad compleja y fascinante.
Gran Bazar:
Es uno de los mercados cubiertos más antiguos y grandes del mundo. Fundado en el siglo XV, el Gran Bazar no es solo un sitio turístico: es un ecosistema propio, con más de 4.000 tiendas, talleres y cafés. Aunque su tamaño puede abrumar, recorrerlo con una mirada curiosa permite descubrir verdaderos tesoros: desde joyería de diseño artesanal hasta textiles con técnicas ancestrales. Lejos de la prisa, se disfruta más cuando uno se permite el lujo de observar, conversar y dejarse llevar por los sentidos.
Abre sus puertas de Lunes a Sábados de 09 a 19 hs.
Bazar de las Especias:
También conocido como el Bazar Egipcio, este mercado junto al puente de Gálata fue, durante siglos, la parada obligada de las caravanas que traían productos desde Oriente. Hoy, sus puestos continúan ofreciendo mezclas aromáticas que conservan recetas tradicionales: azafrán, sumac, comino, canela. Pero también frutos secos, dulces típicos y tés que invitan a llevarse a casa un pedazo del paladar turco.
Se encuentra abierto todos los días de 09 a 19 hs.
Mercados menos conocidos: la vida local
Más allá de los grandes nombres, Estambul tiene mercados barriales donde se siente el pulso auténtico de la ciudad. El mercado de Kadıköy, también junto al puente de Gálata del lado asiático, reúne productos frescos y una variedad de propuestas gastronómicas. En Feriköy, los domingos, se arma un mercado de antigüedades ideal para los que disfrutan de los objetos con historia. Y en Balat, un paseo por sus tiendas y ferias callejeras permite ver cómo la identidad multicultural de Estambul sigue viva en los detalles.
Viajar con otros ojos
Los mercados ofrecen una forma distinta de conocer Estambul. No es necesario comprar para que la visita valga la pena: el sonido de una balanza mecánica, una charla sobre especias, o simplemente el placer de estar en un lugar que nunca deja de moverse. Mientras tanto, te invitamos a explorar nuestros Viaje a Grecia y Turquia y Viajes a Europa, y también los otros destinos que podés encontrar en nuestra web. Contactanos!
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